martes, 2 de junio de 2015

Célula procariota: Bacterias

Las bacterias son organismos unicelulares microscópicos, sin núcleo ni clorofila, que pueden presentarse desnudas o con una cápsula gelatinosa, aisladas o en grupos y que pueden tener cilios o flagelos.
La bacteria es el más simple y abundante de los organismos y puede vivir en tierra, agua, materia orgánica o en plantas y animales.

Tienen una gran importancia en la naturaleza, pues están presentes en los ciclos naturales del nitrógeno, del carbono, del fósforo, etc. y pueden transformar sustancias orgánicas en inorgánicas y viceversa.

Son también muy importantes en las fermentaciones aprovechadas por la industria y en la producción de antibióticos.
Desempeñan un factor importante en la destrucción de plantas y animales muertos.
En efecto, la vida en nuestro planeta no existiría sin bacterias, las cuales permiten muchas de las funciones esenciales de los ecosistemas. Una bacteria de tamaño típico es tan pequeña que es completamente invisible a la vista.



El lado positivo de las bacterias: 
Las bacterias son muy importantes para el ser humano, tanto para bien como para mal, debido a sus efectos químicos y al rol que juegan en diseminar enfermedades.
Las bacterias pertenecen a la clase procariota debido a que su núcleo no está rodeado por una membrana y consiste de una sola molécula de ADN cuya división es no-mitótica.
En su efecto beneficioso, algunas bacterias producen antibióticos tales como estreptomicina capaces de curar enfermedades.
Análogamente, las bacterias son muy importantes ya que convierten nitrógeno en una forma útil por ciertas raíces de plantas o proveen el gusto intenso en yogurt.

Morfología y estructura
Las bacterias son microorganismos procariontes (no poseen membrana nuclear por lo que su ADN está libre en la célula) de organización muy sencilla. Pertenecen al reino Protista.
La célula bacteriana consta de:
Citoplasma (todas son citoplasmáticas). Presenta un aspecto viscoso, y en su zona central aparece un nucleoide que contiene la mayor parte del ADN bacteriano, y en algunas bacterias aparecen fragmentos circulares de ADN con información genética, dispersos por el citoplasma: son los plasmidos.
La membrana plasmática presenta invaginaciones, que son los mesosomas, donde se encuentran enzimas que intervienen en la síntesis de ATP, y los pigmentos fotosintéticos en el caso de bacterias fotosintéticas.
En el citoplasma se encuentran inclusiones de diversa naturaleza química.
Muchas bacterias pueden presentar flagelos generalmente rígidos, implantados en la membrana mediante un corpúsculo basal. Pueden poseer también  fimbrias o pili muy numerosos y cortos, que pueden servir como pelos sexuales para el paso de ADN de una célula a otra
Poseen ARN y ribosomas característicos, para la síntesis de proteínas.
Pared celular, que es rígida y con moléculas exclusivas de bacterias.

                                                                                  Estructura de una bacteria
Imagen tomada de:  http://www.profesorenlinea.cl

Alimentación
El éxito evolutivo de las bacterias se debe en parte a su versatilidad metabólica. Todos los mecanismos posibles de obtención de materia y energía podemos encontrarlos en las bacterias.
Según la fuente de carbono que utilizan, los seres vivos se dividen en autótrofos, cuya principal fuente de carbono es el CO2, y heterótrofos cuando su fuente de carbono es materia orgánica.
Por otra parte según la fuente de energía, los organismos o seres vivos pueden ser fotótrofos, cuya principal fuente de energía es la luz, y quimiótrofos, cuya fuente de energía es un compuesto químico que se oxida.
Atendiendo a las anteriores categorías, entre las bacterias podemos encontrar las siguientes formas, como puede apreciarse en el esquema:

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1. Las bacterias quimioheterótrofas, utilizan un compuesto químico como fuente de carbono, y a su vez, este mismo compuesto es la fuente de energía. La mayor parte de las bacterias cultivadas en laboratorios y las bacterias patógenas son de este grupo.
2. Las bacterias quimioautótrofas, utilizan compuestos inorgánicos reducidos como fuente de energía y el CO2 como fuente de carbono. Como, por ejemplo, NitrobacterThiobacillus.
3. Las bacterias fotoautótrofas, utilizan la luz como fuente de energía y el CO2 como fuente de carbono. Bacterias purpúreas.
4. Las bacterias fotoheterótrofas, utilizan la luz como fuente de energía y biomoléculas como fuente de carbono. Ejemplos como Rodospirillum y Cloroflexus.

Reproducción de las bacterias
Generalmente las bacterias se reproducen por bipartición, como se ve en el siguiente esquema:

Imagen tomada de: http://www.profesorenlinea.cl

Tras la duplicación del ADN, que esta dirigida por la ADN-polimerasa que se encuentra en los mesosomas, la pared bacteriana crece hasta formar un tabique transversal separador de las dos nuevas bacterias.
Pero además de este tipo de reproducción asexual, las bacterias poseen unos mecanismos de reproducción sexual o parasexual, mediante los cuales se intercambian fragmentos de ADN.
Esta reproducción sexual o parasexual, puede realizarse por transformación, por conjugación o por transducción.
1.- TRANSFORMACIÓN: Consiste en el intercambio genético producido cuando una bacteria es capaz de captar fragmentos de ADN, de otra bacteria que se encuentran dispersos en el medio donde vive.

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2.- CONJUGACIÓN: En este proceso, una bacteria donadora F+ transmite a través de un puente o pili, un fragmento de ADN, a otra bacteria receptora F-. La bacteria que se llama F+ posee un plasmido, además del cromosoma bacteriano.
Se puede ver en el esquema siguiente:

Imagen tomada de http://www.profesorenlinea.cl


3.- TRANSDUCCIÓN: En este caso la transferencia de ADN de una bacteria a otra se realiza a través de un virus bacteriófago, que se comporta como un vector intermediario entre las dos bacterias.
También podemos ver el proceso en esquema:

                                        Imagen tomada de: http://www.profesorenlinea.cl
Clasificación de las bacterias
La identificación de las bacterias es tanto más precisa cuanto mayor es el número de criterios utilizados. Esta identificación se realiza sobre la base de modelos, agrupados en familias y especies en la clasificación bacteriológica.
Las bacterias se reúnen en once órdenes:
- Las eubacteriales, esféricas o bacilares, que comprenden casi todas las bacterias patógenas y las formas fotótrofas.
- Las pseudomonadales, orden dividido en diez familias entre las que cabe citar las Pseudomonae y las Spirillacae.
- Las espiroquetales (treponemas, leptospiras).
- Las actinomicetales (micobacterias, actinomicetes).
- Las rickettsiales.
- Las micoplasmales.
- Las clamidobacteriales.
- Las hifomicrobiales.
- Las beggiatoales.
- Las cariofanales.
- Las mixobacteriales.
Las bacterias se pueden clasificar teniendo en cuenta varios criterios. Uno de ellos es clasificarlas por su forma y por el especto que adoptan cuando se reúnen en grupo:
Pueden ser esféricas (Cocos, diplococos, estreptococos, estafilococos, sarcinas); alargadas como bacilos; en forma de coma (vibriones), o en forma de espiral (espirilos).
                                        imagen adquirida de: http://www.profesorenlinea.cl
Bacterias patógenas
Casi doscientas especies de bacterias son patógenas para el ser humano; es decir, causantes de enfermedades.
El efecto patógeno varía mucho en función de las especies y depende tanto de la virulencia de la especie en particular como de las condiciones del organismo huésped.
Entre las bacterias más dañinas están las causantes del cólera, del tétanos, de la gangrena gaseosa, de la lepra, de la peste, de la disentería bacilar, de la tuberculosis, de la sífilis, de la fiebre tifoidea, de la difteria, de la fiebre ondulante o brucelosis, y de muchas formas de neumonía.
Hasta el descubrimiento de los virus, las bacterias fueron consideradas los agentes patógenos de todas las enfermedades infecciosas
Bacterias beneficiosas
                                 Imagen adquirida de: http://www.profesorenlinea.cl
Las bacterias son más beneficiosas que perjudiciales para las personas. Sólo una muy pequeña parte de las bacterias son patógenas para el hombre. El resto pueden ser indiferentes o beneficiosas.
Las bacterias permiten producir quesos (Propionibacterium), yogures (Bifidobacterium), embutidos (Micrococus), encurtidos (aceitunas, pepinillos, cebollitas...). Gracias a ellas se puede condimentar las ensaladas con vinagre, ya que son las encargadas de producir las fermentaciones necesarias para que las materias originales se transformen en esos ricos derivados.
La fijación del nitrógeno en las plantas leguminosas es debida a la simbiosis de unas bacterias (Agrobacterium, Rhizobium, Bradirhizobiun) con la misma planta. Esta simbiosis consiste en que la planta le da alimento a la bacteria, y la bacteria le da el nitrógeno que requiere la planta. Luego, Las personas se alimentan de las legumbres que se han enriquecido con ese nitrógeno tan necesario para el ser humano.
En Medicina, utilizamos las bacterias para producir antibióticos (bacitracina, polimixina) o transformamos genéticamente ciertas especies como Escherichiacoli y Bacillusantracis, para que fabriquen elementos imprescindibles para remediar ciertas enfermedades como la diabetes (insulina).

En el cuerpo humano se encuentran bacterias muy beneficiosas dentro del intestino (Streptococus, Bacteroides, Lactobacillus) que, a cambio de comida y un lugar donde vivir, sintetizan para nosotros vitamina K, vitamina B12, tiamina... que son elementos esenciales para la vida humana.
También hay bacterias que defienden al ser humano de las agresiones de las bacterias patógenas, pues “invaden” el organismo y no dejan sitio para que las dañinas entren e infecten. En este caso, se dice que actúan como un escudo protector.
                                                                                               Lactobacilos
                                                                   Imagen tomada de http://www.profesorenlinea.cl
Se han realizado estudios que muestran como las bacterias están presentes en todos los alimentos asi como en el convivir diario.

Bacterias en alimentos: : estudio realizado en la ciudad de México En el proyecto se investigaron las enfermedades más comunes al ingerir alimentos “de la calle”, microorganismo (bacteria) que las origina, síntomas así como tratamiento; sin embargo el objetivo principal es comprobar la existencia de dichas bacterias, mediante el cultivo de diversos alimentos.

Principales enfermedades transmitidas por alimentos.

Hay dos categorías de enfermedades causadas por los alimentos: las intoxicaciones alimentarias, causadas por toxinas producidas por los microorganismos, y las infecciones alimentarias causadas por el crecimiento de los microorganismos en el cuerpo humano, luego de haber ingerido alimentos contaminados. Al inicio se muestran las más comunes intoxicaciones alimentarias estafilocócicas y posteriormente las graves como el botulismo, terminando con las aquellas en que se incluyen las
salmonelosis y otras infecciones similares.

Salmonelosis
Es una infección en el revestimiento del intestino delgado causada por la bacteria salmonella; existen 2,200 serotipos de esta bacteria.
 Una persona tiene mayor probabilidad de adquirir este tipo de infección si:

• Ha consumido alimentos inadecuadamente almacenados o preparados (especialmente pavo, pollo y huevos mal cocidos, y la falta de refrigeración del relleno del pavo)
• Tiene miembros de la familia con infección reciente por salmonella
• Ha tenido una enfermedad familiar reciente con gastroenteritis
• Ha estado internado en una institución
• Ha comido pollo recientemente
• Tiene como mascota una iguana, otros lagartos, tortugas o serpientes (los reptiles
son portadores de salmonella)
• Tiene un sistema inmunitario debilitado

Alimentos funcionales

Los alimentos actuales ofrecen al consumidor una amplia gama de componentes tanto nutritivos como no nutritivos. Muchos de ellos tienen potenciaímente la posibilidad de contribuir a mejorar la salud y el bienestar de los individuos y, quizás, a reducir el riesgo o retrasar el desarrollo de algunas enfermedades como la osteoporosis, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Estos componentes o los alimentos que los contienen se denominan alimentos funcionales, aunque han recibido otros nombres menos atractivos como nutraceúticos (Childs, 1997). Los avances ocurridos en la Ciencia y Tecnología de los Alimentos durante las últimas décadas, con la incorporación de nuevos métodos para controlar su composición química y su estructura, así como sus efectos biológicos, hacen que se pueda disponer de una gama de alimentos con funcionalidad específica. Éste es el caso de alimentos enriquecidos en calcio para mejorar el curso de la osteoporosis, de la suplementación de alimentos condiversos tipos de fibra para disminuir la incidencia de estreñimiento o de la adición de ácidos grasos polinsaturados de la serie n-3, procedente de pescado o algas marinas, para mejorar la salud cardiovascular. Durante los últimos 15 años, las autoridades de numerosos países desarrollados, especialmente Japón y Estados Unidos, han estimulado la investigación científica relacionada con los efectos fisiológicos de los componentes de los alimentos y de sus efectos sobre la salud. Todo ello ha conducido a una revisión en las políticas de alimentación y de salud
(McNamara, 1997).

Los objetivos de la ciencia relacionada con los alimentos funcionales son:

a) Identificar interacciones beneficiosas entre un componente funcional de un alimento y una o mas funciones corporales y obtener evidencias de los mecanismos de dichas interacciones. En este sentido deben llevarse a cabo estudios in vitro, de células en cultivo, de modelos animales y de modelos ex vivo/in vitro, así como estudios en seres humanos.

b) Identificar y validar marcadores relevantes de dichas funciones y de su modulación por los componentes alimenticios.

c) Establecer la seguridad de la cantidad de alimento o del componente específico necesario para la funcionalidad de los grupos mayoritarios de la población.

d) Formular hipótesis para ser probadas en ensayos de intervención en seres humanos que demuestren que la ingesta de un determinado componente se asocia a la mejora de una función determinada de un órgano o al descenso de riesgo de aparición o evolución de una enfermedad.

Bacterias lácticas del vino.

Las bacterias lácticas o bacterias del ácido láctico son bacterias grampositivas de bajo contenido en G+C. Tienen en común el hecho de producir ácido láctico a partir de azúcares, debido a su metabolismo exclusivamente fermentativo, sobre todo la fermentación láctica. Por eso son anaerobias, si bien toleran el oxígeno. Son, por tanto, anaerobias aerotolerantes. Desde el punto de vista metabólico, tienen unos requerimientos nutritivos complejos (aminoácidos, vitaminas, etc.).

El vino es un alimento fermentado cuya fermentación principal es la alcohólica que llevan a cabo las levaduras. Ahora bien, como el mosto y los recipientes donde tiene lugar la vinificación no son estériles, aparte de las levaduras (autóctonas o inoculadas) también hay otros microorganismos, como las bacterias acéticas y las bacterias lácticas.

El número de bacterias lácticas durante la fermentación alcohólica normalmente es muy bajo, como mucho 102 por mL, ya que la mayoría son inhibidas por el etanol y por el SO2 añadido al mosto para controlar la población bacteriana, especialmente las acéticas. Cuando la alcohólica termina y las levaduras mueren, algunas bacterias lácticas pueden prosperar y conseguir un cierto crecimiento, en ocasiones, hasta 107 por mL. Estas bacterias lácticas producen algunas transformaciones en el vino, de las cuales la más interesante es la llamada fermentación maloláctica (FML). Las bacterias lácticas que se pueden aislar en muestras de mostos y vinos son de los géneros Lactobacillus, Pediococcus, Leuconostoc, Weissella y, sobre todo, de Oenococcus.

aspectos beneficiosos del metabolismo de las bacterias lácticas en el vino                 

Un aspecto interesante desde el punto de vista enológico consecuencia de la pequeña subida de pH de la FML es que el color del vino tinto, debido sobre todo a los antocianos como la malvidina, evoluciona hacia tonalidades menos intensas y no tan rojas, lo que los hace más interesantes visualmente. Desde el punto de vista organoléptico, la FML conlleva una mejora del vino porque además de la desacidificación, el desarrollo de las bacterias provoca cambios en los contenidos de los diversos compuestos orgánicos del vino.
Aparte del L-málico, el cítrico es otro importante ácido orgánico metabolizado por las bacterias lácticas del vino. Se ha comprobado que O. oeni, 4 al igual que muchas otras bacterias, capta el citrato y lo metaboliza dando lugar a diversos compuestos (fig. 2). De todos estos, el diacetilo se considera el más importante por su aroma a mantequilla o nata (aromas lácteos) que caracteriza a muchos vinos que han realizado la FML. Aparece en pequeñas concentraciones (hasta 2 mg/L) aunque tiene un umbral de detección sensorial muy bajo. 5 El diacetilo se forma químicamente por descarboxilación oxidativa del alfa-acetolactato, un intermediario inestable. Por otro lado, en función de las condiciones, el diacetilo puede ser utilizado por las mismas bacterias convirtiéndolo en acetoína y 2,3-butanodiol, mucho menos aromáticos.

Otro beneficio muy importante es la estabilidad microbiológica que se consigue con la FML. Los vinos donde esta ha tenido lugar pueden ser embotellados sin el riesgo de un posible desarrollo bacteriano posterior, que podría dar lugar a la formación de CO2. Las bacterias lácticas agotan el málico y otros nutrientes como los azúcares, con lo cual es mucho más difícil el crecimiento

En algunas ocasiones, el desarrollo de las bacterias lácticas puede tener consecuencias negativas para la calidad de los vinos. Afortunadamente, la mayoría de estos casos se producen de forma muy esporádica, sobre todo cuando ha habido otros problemas previos a la fermentación o de poco control de la vinificación. De estos posibles perjuicios, el más frecuente es el picado láctico, debido a la producción bacteriana de una cierta cantidad de láctico y también de acético. Cuando en el vino hay azúcares residuales que las levaduras no hayan consumido por diversos problemas de paradas de la fermentación alcohólica, las bacterias pueden consumirlos y proliferar, haciendo la fermentación láctica y, por tanto, produciendo láctico. En este caso se produce D-láctico, mientras que en la FML a partir de L-málico aparece L-láctico. Dado que Oenococcus, Leuconostoc y algunos Lactobacillus (como L. brevis y L. hilgardii) hacen la fermentación heteroláctica, además de láctico producen ácido acético a partir de azúcares. Sin embargo, las especies homofermentativas como Pediococcus y otros Lactobacillus también pueden producir ácido acético a partir de pentosas.

Las Bacterias como Patógenos Vegetales

Las bacterias como patógenos vegetales pueden causar enfermedades graves y económicamente dañinas, ocasionando desde manchas, mosaicos o pústulas en hojas y frutos, o podredumbres malolientes de tubérculos hasta la muerte de las plantas. Algunas causan una distorsión de las hojas y tallos relacionada con hormonas, llamada fasciación o agalla de corona, una proliferación de células vegetales produciendo una abultamiento en el cuello de las plantas.

Las bacterias asociadas con las plantas tienen morfología variada, como puede verse con los microscopios convencionales con una amplificación de 400x a 1000x. Inicialmente, estas formas constituyeron una manera simple de diferenciarlas. Hay bacilos (bastones), cocos (esféricas), bastones pleomórficos (tendencia hacia formas irregulares) y formas espiraladas. La mayoría de las bacterias asociadas con las plantas son bastones. Sin embargo, la ciencia moderna ha demostrado por análisis bioquímico, genético y de biología molecular que estas bacterias son bastante heterogéneas. Algunas están relacionadas y se agrupan con patógenos animales y humanos. Mediante diferentes tipos de microscopía (Microscopía Básica), principalmente fluorescente, confocal, de contraste de fases y microscopía electrónica, se pueden ver diferentes partes de las células bacterianas Los colorantes generalmente son útiles en la diferenciación de las estructuras.

Pseudomonasaeruginosa aislada de diferentes muestras clínicas

Pseudomonasaeruginosa es un bacilo Gram negativo que puede aislarse de diferentesambientes especialmente en hospitales. Sintetiza una variedad de factores que contribuyen con su patogenicidad, por tal razón se planteó analizar los exoproductos de P. aeruginosaaisladas de pacientes del Hospital Vargas de Caracas-Venezuela. La electroforesis SDS-PAGE de los exoproductos de las distintas cepas reveló variación tanto en número de bandas proteicas como en pesos moleculares de las mismas. El mayor número lo presentó la cepa aislada de aspirado bronquial y el menor la cepa aislada de líquido peritoneal. Una banda de 35.000D apareció en 86% de las cepas, una banda de 105.000D solamente fue evidente en el aislado de orina y reportamos en este trabajo cuatro bandas diferentes a las descritas por otros autores. Se concluye que P. aeruginosa sintetiza y excreta in vitro diferentes factores que pudieran estar relacionados con el cuadro clínico de la enfermedad.

La resistencia de bacterias a antibióticos, antisépticos y desinfectantes una manifestación de los mecanismos de supervivencia y adaptación

La resistencia a múltiples sustancias es un problema de salud pública que se viene observando a nivel mundial después de la
Aparición de los antibióticos. El uso indiscriminado de los antibióticos y la presión selectiva ambiental realizada por antisépticos desinfectantes ha generado una respuesta de supervivencia en los microorganismos, que los capacita para evadir con eficiencia la acción bactericida de algunos agentes. En la actualidad se intenta dilucidar si hay mecanismos compartidos entre antibióticos, antisépticos y desinfectantes que les permita a las bacterias y otros microorganismos activar genes que potencialmente expresenlos cinco mecanismos propuestos hasta ahora como respuesta evolutiva a la intervención humana. La presente revisión examinael estado del arte de los mecanismos mencionados, con énfasis en los que actualmente utilizan las bacterias que causan brotes de resistencia en centros hospitalarios.

En el siglo XX el descubrimiento de los antibióticos se convirtió en la solución a las múltiples enfermedades producidas por agentes infecciosos. Las bacterias como todos los seres vivos exhiben mecanismos biológicos, que las facultan para adecuarse a diversas presiones ambientales. Aunque la resistencia a los antibióticos es una expresión natural de la evolución y genética bacteriana, ciertos factores también contribuyen al aumento de la expresión y diseminación de esta característica inherente.
El incremento en el uso de antibióticos y la respectiva presión selectiva que ejercen, es el factor más importante que contribuye a la aparición de diversas clases de resistencia bacteriana. En los últimos sesenta años se ha hecho notorio el impacto de la respuesta de estos icroorganismos a la presión selectiva que ejercen los antisépticos y desinfectantes, así como los compuestos quimio-terapéuticos más utilizados en los brotes de infecciones en los hospitales del mundo.
En uno de los pocos estudios hechos en países en vía de desarrollo, se evaluó la tendencia en la resistencia de aislados de un hospital taiwanés entre 1981 y 1999. Aunque el número de infecciones causadas por enterococos no cambió notablemente durante el período del estudio, se observó que la incidencia de enterococo resistente a vancomicina se elevó de 3% a 50% entre 1995 y 1999 y los datos muestran un ajuste cercano a una tendencia exponencial.

El lado positivo de las bacterias.

la mayoría de las personas asocia a estos organismos unicelulares con enfermedades, sólo el 1 por ciento las produce. El resto cumple diversas funciones, entre las que encontramos, por ejemplo, procesos simbióticos con el ser humano como la síntesis de vitaminas y fermentación de carbohidratos complejos indigeribles, reciclaje de elementos a nivel biogeoquímico, producción de sustancias químicas en la industria y biorremediación

BENEFICIOS PARA LA SALUD HUMANA
La interacción que ocurre entre las bacterias y el humano es compleja. En el cuerpo humano hay aproximadamente diez veces tantas células bacterianas como células humanas, con una gran cantidad de bacterias en la piel y en el tracto digestivo. Aunque algunas bacterias pueden ser patógenas para el hombre, el efecto protector del sistema inmune hace que la gran mayoría de ellas sea inofensiva o beneficiosa. Muchas otras bacterias se encuentran como simbiontes en seres humanos y en otros organismos. Por ejemplo, en el tracto digestivo proliferan unas mil especies bacterianas. Sin te tizan vitaminas tales como ácido fólico, vitamina K y biotina. También fermentan los carbohidratos complejos indigeribles y convierten las proteínas de la leche en ácido láctico (por ejemplo, Lactobacillus). Además, la presencia de esta flora intestinal inhibe el crecimiento de bacterias potencialmente patógenas (generalmente por exclusión competitiva). Muchas veces estas bacterias beneficiosas se venden como suplementos dietéticos probióticos .
Algunas especies bacterianas incluso son beneficiosas desde el punto de vista de la higiene personal. El grupo de Anesti y col. reportó en el año 2005 la presencia de bacterias metilotróficas en la lengua, encía y placa supragingival de un cierto número de pacientes en Londres. Estas bacterias comprendían cepas de Bacillus, Brevibacteriumcasei, Hyphomicrobiumsulfonivorans, Me thylobacterium, Micrococcusluteus y Variovorax para doxus, y eran capaces de consumir los compuestos metilo responsables del mal aliento que son producto de la degradación natural de aminoácidos sulfurados en la boca. Hasta ese momento no se había reconocido que las bacterias metilotróficas eran parte de la flora bucal normal, y que bajas concentraciones de éstas en la boca pueden estar asociadas al mal aliento.
Otro descubrimiento revolucionario en lo respectivo a la interacción positiva entre las bacterias y los humanos viene reflejado en investigaciones recientes que indican que la colonización de la persona con cierto tipo de bacteria puede tener un efecto protector contra el VIH. Estas bacterias son ciertos tipos de cepas de Lactobacillus productores de peróxido de hidrógeno, los cuales se encuentran normalmente en la cavidad oral y vaginal sin ocasionar ningún tipo de patología, pero sin embargo atacan al VIH debido a que su fuente preferencial de alimento es la manosa que recubre a este virus. Debido a la alta tasa mutacional del VIH, el desarrollo de vacunas contra él ha sido infructuoso, por lo que el método de inocular las mucosas donde normalmente ocurre la transmisión del virus con Lactobacillus que lo capturen podría convertirse en un método económico y eficiente para prevenir la diseminación del HIV, sobre todo si se logra modificar genéticamente estas cepas de forma que inactiven al virus de la forma más eficiente posible.

Bacterias y terapia génica

La terapia génica, uno de los grandes retos de la Biología Molecular y una de las mayores esperanzas de la medicina, se basa en la modificación de los genes con el fin de tratar y curar la enfermedad. Grupos de investigadores en todo el mundo buscan,
desde hace tres décadas, mecanismos y métodos eficaces que permitan hacer de la terapia génica una realidad. Uno de esos grupos, perteneciente al Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC) y dirigido por MatxalenLlosa, trabaja en el Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Cantabria, centrado en el estudio de las herramientas de comunicación que utilizan las bacterias. Estos microorganismos han desarrollado poderosos mecanismos moleculares de transferencia genética, que podrían resultar útiles para trasmitir genes desde las bacterias a células de organismos superiores.
Esto constituiría una «magnífica herramienta» para, en un futuro todavía muy lejano, introducir genes ‘sanos’ en las células de individuos con enfermedades genéticas para corregir el defecto. Pero la investigación está todavía al principio del camino y, por ahora, el grupo de Llosa se dedica a caracterizar y estudiar en profundidad los genes y las proteínas que constituyen esos Sistemas de ‘comunicación genética’ bacteriana.


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